HALLAN MENSAJE EN BOTELLA DE 1886, EL MÁS ANTIGUO QUE SE CONOCE

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HALLAN MENSAJE EN BOTELLA DE 1886, EL MÁS ANTIGUO QUE SE CONOCE

La nota, que ha sido encontrada por una familia en el sudoeste de este país oceánico, fue arrojada dentro de una botella de ginebra desde el barco alemán Paula

Una familia australiana ha encontrado en una playa de la isla de Wedge, en el sudoeste de Australia, un mensaje dentro de una botella de ginebra que fue arrojada el 12 de junio de 1886 desde el barco alemán Paula, según han informado este martes medios locales. La nota embotellada es la más antigua que se conoce en el mundo, por delante de otra que data de hace 108 años,según ha especificado la cadena de televisión australiana ABC.

Un mensaje dentro de una botella en una playa. GETTY IMAGES

«Lo llevamos a casa y cuando lo abrimos [el papel] tenía algo escrito a mano en alemán», ha descrito Tony Illman a la ABC. El mensaje está fechado el 12 de junio de 1886 e indica que fue arrojado por la borda del Paula cuando navegaba a unos 950 kilómetros de la costa suroccidental de Australia.

Los Illman han contactado con el Museo de Australia Occidental y el arqueólogo marítimo Ross Anderson ha averiguado que era una botella de ginebra holandesa del siglo XIX. Anderson se puso entonces en contacto con colegas alemanes y holandeses, quienes compararon el manuscrito con el registro del libro de navegación del Paula. «Increíblemente, había una entrada del 12 de junio de 1886 en el que el capitán registraba que se había arrojado una botella por la borda», ha explicado el arqueólogo, que también ha precisado que «la fecha y las coordenadas correspondían exactamente a la información en el mensaje».

El Observatorio Naval Alemán efectuó experimentos para entender las corrientes oceánicas con miles de botellas de ginebra holandesa que se arrojaron al mar desde barcos alemanes entre 1864 y 1933.

 

(Fuente: El País)

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YA SE PUEDE APRECIAR FRAGMENTO MÁS MISTERIOSO DE LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO

El Museo de Israel muestra por primera vez el pergamino milenario más frágil hallado en unas cuevas del Qumrán en 1947. Es una copia del ‘Génesis’ escrita en primera persona

El Museo de Israel exhibe por primera vez el Génesis apócrifo, uno de los rollos del Mar Muerto que hasta ahora había permanecido guardado en la cámara climatizada construida expresamente para albergar los delicados manuscritos encontrados en las cuevas del Qumrán, de más de 2000 años de antigüedad, y a la que sólo acceden los conservadores del museo.
El pergamino ahora expuesto es uno de los textos más misteriosos de los siete primeros rollos del Mar Muerto encontrados 1947 en una cueva en el desierto de Judea. “Era con diferencia el documento en peor estado, por eso hasta ahora ha sido imposible mostrarlo”, explicó ayer el conservador Adolfo Roitman, director del Santuario del Libro.

Datado en el siglo I antes de Cristo y escrito en arameo, recoge del capítulo 5 del Génesis al 15. Una parte de la Biblia en la que se habla de Abraham y de Noé pero contada con diferencias significativas, de ahí que se le considere un texto apócrifo. Su contenido no hace temblar los cimientos del Vaticano —que considera los manuscritos del Mar Muerto de interés universal— pero se presta a ser objeto de nuevas teorías de la conspiración para poner en duda el texto Bíblico.

Es sin duda una copia muy antigua de un texto original. Los trazos de la escritura están hechos con mucho esmero, sin errores y eso en esa época solo era posible si se tenía delante el documento a copiar”, dice Roitman. En el pergamino, que se puede ver estos días en Jerusalén, se narra el pasaje del fin del diluvio universal.

Trozo del manuscrito ahora exhibido en una urna en Jerusalén.

Trozo del manuscrito ahora exhibido en una urna en Jerusalén. LOURDES BAEZA

A diferencia del Génesis —que recoge que Noé sale del arca con su familia y lo primero que hace es erigir un altar y hacer un sacrificio para Dios— el manuscrito conservado en la Ciudad Santa cuenta cómo Noé hace el sacrificio dentro del arca. “Desde un punto de vista histórico también tendría sentido porque si estamos hablando de la destrucción que arrasó la tierra, el sacrificio lo habría hecho para asegurarse de purificar el exterior”, cuenta Roitman junto a la vitrina que contiene el texto. Además, estos fragmentos del Génesis apócrifo no están narrados en tercera persona, sino que es el mismo Noé quien cuenta la historia.

Su enorme deterioro ha traído de cabeza a los especialistas durante décadas. Por eso ni siquiera se ha podido digitalizar para ser consultado online. De las 22 columnas que lo componen, las mejor conservadas son las últimas, de la 18 a la 22. “Tiene su lógica porque al permanecer enrollado, los caracteres del final del rollo son los que menos expuestos han estado a la luz y a la humedad”, explica Roitman. Son los únicos fragmentos de este pergamino que se mostraron fugazmente en 1955, en el edificio Terra Sancta en Jerusalén, cuando el entonces primer ministro de Israel, Moshe Sharett, anunció que el Estado israelí había comprado los cuatro rollos perdidos que faltaban de los siete que se encontraron en la llamada Cueva 1 del Qumrán.

Descomposición

Los expertos han estado años lidiando con la descomposición aparentemente imparable de este texto. A diferencia de otros rollos encontrados en la misma cueva, este manuscrito es un pergamino, no un papiro, y su tinta parece ser lo que le hace tan frágil. “Está compuesta por una aleación de carbón y resinas, como la tinta de los otros rollos, pero la del Génesis apócrifo contiene además cobre lo que hace que sea especialmente sensible a la luz. Tenemos fotografías en las que se aprecia ese deterioro al comparar el estado actual, con el estado en el que se encontraba el 1955, cuando el Profesor James Bieberkraut trabajó en él por primera vez”, cuenta el conservador.

Bieberkraut fue el primer experto en Israel que se encargó de la conservación de los rollos. Pero entonces se desconocía que este pergamino es especialmente sensible a la luz. Tanto que ni siquiera resistiría ser expuesto en el Santuario del Libro, en las mismas condiciones del resto de documentos del Qumrán. Por eso, para esta muestra los expertos han acondicionado una urna especial cubierta con un cristal inteligente. El cristal está compuesto por dos capas que permiten el paso de un haz de luz entre ellas de manera que, cuando se pulsa un botón, el pergamino se hace visible sólo durante 30 segundos, pero nunca es iluminado directamente. La vitrina contiene un microchip que registra constantemente las condiciones ambientales.

Los otros manuscritos se exhiben por partes. Cada tres meses mostramos una sección de ellos diferente, así aseguramos su preservación. Pero con el Génesis apócrifo no podemos hacer eso porque se desintegraría. Por eso esta ocasión para verlo es única”, cuenta Roitman. Los fragmentos se exponen hasta junio. Después, volverán a dormir en la cámara donde han estado más de 50 años.

PERIPLO MUNDIAL HASTA JERUSALÉN

El Museo de Israel que guarda los milenarios Rollos del Mar Muerto.

El Museo de Israel que guarda los milenarios Rollos del Mar Muerto. JOAN MAS AUTONELL (EFE)EFE

Los Rollos del Mar Muerto son casi 1.000 pergaminos y papiros escritos en arameo y hebreo encontrados en once cuevas de las casi 300 inspeccionadas en Qumran, en el desierto de Judea, en Cisjordania entre 1947 y 1956.

El Génesis Apócrifo forma parte de los primeros siete manuscritos encontrados en 1947 en la llamada Cueva 1 por unos pastores beduinos de la tribu de los Tamireh. Al tirar una piedra en un agujero y notar un sonido extraño decidieron regresar al lugar preparados para excavarlo. Encontraron diez tinajas de barro con tapa y en una de ellas había tres manuscritos enrollados. En otra visita al lugar, descubrieron otros cuatro rollos y terminaron vendiéndolos a varios comerciantes de Belén.

Un profesor de la Universidad Hebrea, Eleazar Sukenik, compró tres de ellos y los otros cuatro fueron adquiridos por el arzobispo Athanasius Yeshue Samuel del Monasterio siriaco ortodoxo de Jerusalén, que pagó 100 dólares por el lote. Cuando estalló la guerra tras el nacimiento del estado israelí, el prelado huyó con sus manuscritos a Estados Unidos vía Beirut. Allí los puso inicialmente a la venta por un millón de dólares pero nadie los compró. “No estaba clara su antigüedad, la suma era muy elevada y el temor a que fuesen reclamados por Israel o por los palestinos se interponían en la venta”, dice Adolfo Roitman, Director del Santuario del Libro del Museo de Israel.

Finalmente el arzobispo puso un anuncio en el Wall Street Journal rebajando el precio y el arqueólogo Yigael Yadin, los compró en secreto para el estado de Israel por 250.000 dólares. una compra que el primer ministro hebreo Moshe Sharett, anunció en febrero de 1955.

(Fuente: El País)

 

 


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ENCUENTRAN LA CIUDAD DE GOLIAT

La aldea filistea está considerada la mayor de la zona entre los siglos IX y X antes de Cristo

El gigante Goliat pudo pasear en algún momento por las calles de Gat, la ciudad bíblica que ahora un grupo de arqueólogos de la Universidad israelí de Bar-Ilan ha descubierto en la llanura de Tel Zalfit, en el centro de Israel. Los trabajos de búsqueda se iniciaron en 1996 pero no ha sido hasta este año cuando el profesor Aren Maeir ha localizado el lugar en el que ahora se han hallado los restos de una de las cinco ciudades estado filisteas, la mayor urbe de la zona entre los siglos IX y X a.C.

 Oculta por la tierra y el paso del tiempo, el equipo de la excavación ha encontrado una puerta de la ciudad que ya aparece en una referencia bíblica, concretamente en el libro de Samuel. El episodio relata la historia de cómo David escapa de Saul, primer rey de Israel, y se convierte en siervo leal de Achich, rey de Gat.
 Además de esa entrada legendaria, los arqueólogos han hallado una muralla, un templo y una herrería. El trabajo ha sido financiado por fondos públicos israelíes, la aportación de la Universidad de Bar-Ilan y donaciones privadas. Un montante que no especifica Maeir, que durante dos décadas ha dirigido un equipo arqueológico de 100 miembros, la mayoría voluntarios y estudiantes. Están felices porque la puerta desenterrada es la más grande que se ha encontrado jamás en el país. “Es el reflejo del estatus e influencia de Gat durante los reinos de David y Salomón”, cuenta Maeir.

La búsqueda de Gat ha sido, para este profesor nacido hace 57 años en Nueva York, una cruzada particular. “En su día fue uno de los lugares más importantes del planeta y su caída derivó en la creación del posterior Reino de Judea”, indica. Las excavaciones han sacado a la luz restos que apuntan a un duro asedio del asentamiento a finales del siglo IX a.C., probablemente en el 830 a.C., cuando Hazael, rey de Damasco, la destruye. El propio monarca lo menciona en el segundo libro de Reyes. El investigador apunta que la destrucción de Gat fue un evento dramático que cambió el equilibrio de poder regional en el siglo VIII a.C.

«Con los últimos hallazgos sabemos que no sólo era grande (unas 50 hectáreas), sino que era dos o tres veces mayor que otras ciudades de la época como Jerusalén, Meguido o Beersheva», ha destacado Maeir. El investigador ha asegurado a EL PAÍS que su equipo seguirá trabajando algunos años más en la zona intentando resolver enigmas.

Entre ellos, si el gigante Goliat existió. Maeir explica que han encontrado inscripciones con dos nombres similares, aunque no idénticos al corpulento soldado que mató David, según el profeta Samuel. “Esto, lo único que nos dice, es que durante la Edad de Hierro (en torno al siglo X a.C.), algunas de las personas de Gat tenían nombres no semitas, lo cual encaja sobre lo que sabemos sobre los filisteos”, afirma. Muchos de esos nombres, prosigue Maeir, tenían su origen en las actuales Grecia y Turquía.

Gat, conocida por los enfrentamientos entre filisteos e israelitas, contó con un asentamiento humano desde el Calcolítico (hace unos 5.000 años) y hasta 1948 hay referencias de aldeas árabes en la zona. La investigación también ha encontrado evidencias de un terremoto en el siglo XVIII a.C., utensilios y pruebas de la captura y destrucción de la urbe bíblica. También se han localizado ruinas de una primitiva ciudad canaanea, o del posterior castillo cruzado Blanche Garde, en el que estuvo el rey Ricardo I de Inglaterra, el mítico Ricardo Corazón de León.

(Fuente:El País)


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MARÍA REICHE Y SU LEGADO

La matemática alemana dedicó su vida a la investigación y conservación de las formas geométricas y animales imposibles de entender en las llanuras peruanas de Jumana y San José

María Reiche se enamoró de la nada del desierto y en él dio su vida. A él dedicó su existencia en solitario: a investigar, elucubrar, descubrir, limpiar, cuidar y conservar algo que pasó de misterio indescifrable y desconocido por la mayoría a atracción turística demasiado visitada. En la inmensidad de la llanura peruana había unas líneas geométricas imposibles de entender y a las que la científica alemana se empeñó en dotar de significado.

Sentada en una escalera de mano y con cinta métrica, una brújula, una escoba, una libreta de mano y su mente matemática, María Reiche midió casi 50 figuras y mil de estas líneas e investigó su orientación astronómica. Descubrió que muchas de las bautizadas como Líneas de Nazca guardan relación con el solsticio de verano y elaboró teorías sobre el significado de las figuras como calendario astronómico. Llegó a la conclusión de que estaban destinadas a fijar los ciclos y los cambios climáticos en las sociedades agrarias de la civilización nazca. Hoy, sin embargo, y a pesar del debate aún existente, la creencia mayoritaria indica que las líneas tuvieron un propósito más ceremonial y cultural que científico.

El resumen numérico de la matemática María Reiche indica que, al realizar el mapa del área investigada con la ayuda de la Fuerza Aérea Peruana (450 kilómetros cuadrados) descubrió que las figuras representan 18 diferentes tipos de animales y aves, además de cientos de figuras y formas geométricas.

María Reiche nació en Dresden el 15 de mayo, del año 1903. Fue la mayor de tres hermanos y, tras una infancia feliz, pudo estudiar matemáticasfísica y geografía en la Universidad Técnica de Dresde y Hamburgo, en la que se graduó en 1928.

Su ilusión por vivir fuera de su país durante un tiempo la llevó en 1932 a aceptar un puesto como tutora privada de los hijos del cónsul de Alemania en Cuzco, Perú. Antes de que expirara el periodo de cuatro años del contrato, viajó a la capital, Lima, donde trabajó como profesora de inglés y alemán y traduciendo textos, antes de conseguir en la capital un puesto como restauradora de textiles precolombinos en el Museo Nacional de Perú.

Estos dos últimos hechos, las traducciones y el trabajo de restauradora, le cambiaron la vida y despertaron en la joven María Reicheel interés por la arqueología peruana al realizar traducciones para Julio C. Tello y, posteriormente, para Paul Kosok. En uno de los artículos que tradujo al arqueólogo Kosok conoció la existencia de gigantescas líneas y figuras, ubicadas en una llanura entre Nazca y Palpa, que abarcaban un área de 450 kilómetros cuadrados desde el litoral hasta las estribaciones de la cordillera.

María Reiche, la guardiana del misterio del desierto de Nazca

Viajó allí por primera vez en diciembre de 1941. Casi recién graduada en la Universidad de Hamburgo, el arqueólogo estadounidense Paul Kosok la invitó a ser su asistente de trabajo y a observar aquellas figuras que solo podían verse en su totalidad desde el aire. Tras aquella primera visita, la joven alemana se enamoró del lugar, y si bien lo abandonó poco tiempo después por las restricciones de la guerra, volvió de nuevo en 1945 y ya no abandonaría el desierto hasta su muerte; de hecho, Kosok dejó Perú en 1948, pero María Reiche, sola, continuó con las investigaciones y los mapas sobre las figuras de Nazca.

En las llanuras de Jumana y San José, entre las actuales poblaciones de Nazca y Palpa, es donde más figuras de gran tamaño se han contabilizado: en concreto, 70 figuras de enormes dimensiones y más de 10.000 líneas. María Reiche bautizó lo que vio en una obra que publicó en 1968 como “misterio del desierto”, y es algo que sigue atrayendo hasta ese terreno árido y hostil a miles de curiosos, investigadores y estudiosos.

Al principio, los habitantes de aquellas poblaciones miraban a Maria Reiche con desconfianza y hasta de manera agresiva la calificaban de “bruja”, ya que caminaba por la arena sola, limpiando algunos tramos, tomando medidas de otros y siempre realizando cálculos.

En 1949 María Reiche publicó su primer artículo sobre las líneas de Nazca: ‘Mistery on the desert. A study of the ancient figures and strange delineated surface’ (Misterio en el desierto. Un estudio de las figuras antiguas y la extraña superficie delineada). Gracias a sus investigaciones, que se prolongaron durante varias décadas, ahora disponemos de cientos de mapas, planos y fotografías de los diseños y figuras que pueblan aquella gran extensión.

El misterioso lugar fue poco a poco ganando fama y también visitantes, que llegaron a poner en serio peligro su conservación, con la lógica preocupación de la científica alemana, única guardiana de la zona y que apenas tenía una escalera de mano como torre de control y una escoba que igual le servía para limpiar el terreno que para ahuyentar a los pesados e incivilizados visitantes. Sin embargo, gracias a la colaboración del denominado en aquella época Fondo de Promoción Turística y a la ayuda de su hermana Renate se pudo construir un mirador, y la inversión privada también permitió que un pequeño aeropuerto, con un reducido servicio de avionetas, pudiera sobrevolar el área. De esta forma, María Reichepudo pagar a vigilantes para evitar a los visitantes que llegaban con intención de esquilmar el terreno.

Las líneas y figuras que llenan la llanura peruana datan de la época que va desde el año 200 a. C. hasta el 700 d. C., periodo en el que habitó la cultura Nazca. Allí se desarrolló, como en otras partes de América, una civilización que, por un lado sabía sacar partido a los recursos naturales y, por otro, rendía culto a las divinidades con enormes y complicadas construcciones arquitectónicas.

Según la teoría de María Reiche, los habitantes de Nazca utilizaron esas figuras como sistema astronómico, calendario de lluvias y planificación de cosechas. Por ejemplo, al estudiar la figura de la parihuana o flamenco (que ocupa una superficie de 300 metros), Reiche descubrió que si “nos paramos en su cabeza en las mañanas del 20 al 23 de junio y seguimos con nuestra mirada la dirección del pico, podremos observar claramente la salida del sol, exactamente en un punto de un cerro ubicado en esa dirección”.

Aunque hasta la década de los 80 del pasado siglo la teoría de María Reiche fue la hipótesis más aceptada sobre las figuras de Nazca, posteriores investigaciones apuntan a que los geoglifos son manifestaciones de una tradición de organización social, así como de prácticas religiosas y conceptos culturales que desaparecieron debido a la desertización de la zona, aunque las figuras han llegado hasta nuestros días gracias a las condiciones climáticas especiales que se dan allí.

En los dibujos del desierto destacan las representaciones de grandes animales como aves, colibríes, grullas, loros, garzas, además de un mono, un caracol, un lagarto, una araña… aunque sin duda las figuras que más se repiten son líneas rectas, espirales y otras geométricas. Se da la circunstancia de que casi todas las figuras de animales están dibujadas por un único trazo, por lo que se pueden recorrer de un lado a otro sin cruzarse con ninguna otra línea, lo que hace suponer que, en algún momento, dejaron de ser simples imágenes para convertirse en caminos para procesiones ceremoniales.

Pero más allá de su uso, la cuestión que más intriga e interrogantes ha despertado porque continúa siendo difícil de explicar es cómo los antiguos moradores de la pampa peruana realizaron los geoglifos a una escala tal que solo se puedan apreciar en su totalidad desde el aire. Ese enigma es el que también ha dado lugar a teorías extraterrestres que no han logrado otra cosa que aumentar el número de visitantes a pesar de su carencia científica.

Una de las tareas más importantes de María Reiche fue precisamente medir, con los pocos recursos y los medios rudimentarios que tenía, una gran cantidad de geoglifos y crear así el primer mapa sobre las figuras de Nazca en 1974. Una de las primeras figuras que descifró fue también una de las más conocidas: un mono con una cola enroscada en espiral. Según su teoría, esa figura debía de ser la representación de la unión de las constelaciones que conocemos como la Osa Mayor con otras estrellas cercanas a esta.

Durante las décadas que vivió en La Pampa, ‘la mujer que barría el desierto’, como la apodaron los habitantes de Nazca, se mudó a una choza para poder estar lo más cerca posible del campo de estudio. Jamás dejó su trabajo, aunque le llevó tiempo descubrir su vocación, tal y como le aventuró por carta a su madre tras acabar su primer trabajo como tutora de los hijos del cónsul alemán en Cuzco: “Es posible que viva algunos años más en el completo anonimato, hasta que el destino me considere digna de asignarme la tarea que ha determinado para mí, aquella tarea para la cual he nacido (…) yo creo que se trata de un trabajo específico para el cual me estoy preparando inconscientemente, formándome y aprendiendo”.

Su tesón y perseverante labor de investigación le valieron numerosas distinciones en vida, tales como la Medalla de Honor del Congreso de Perú en 1981; las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta y la Medalla Cívica de la Ciudad de Lima, ambas en 1986; el doctorado honoris causa concedido por las universidades nacionales de Trujillo (1983), San Marcos (1986) e Ingeniería (1989). Además, en 1992 el Gobierno le concedió el título de Ciudadana Honoraria de Perú, oficializado con su nacionalización definitiva al año siguiente.

En diciembre de 1994, gracias a sus esfuerzos y gestiones, la Unesco acordó otorgar a las Líneas de Nazca la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad. En los últimos años de su vida, debido a su delicado estado de salud, ciega y con parkinson, María Reiche ocupó una habitación en el hotel de turistas de Nazca, siendo asistida por su hermana Renata.

Cuando tenía 95 años de edad, el 8 de junio de 1998, María Reiche falleció en Lima víctima de un cáncer. Un mes antes la Unesco le había condecorado con la Medalla Machu Picchu. A título póstumo, el gobierno peruano le otorgó la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Gran Cruz. El funeral tuvo lugar el 10 de junio en el Museo Nacional de Lima y María Reiche fue enterrada en Nazca, donde vivió durante más de 25 años en una choza sin agua ni electricidad y donde hoy hay un museo en su honor, además de que el aeropuerto de Nazca, como homenaje, también lleva su nombre.

Un mes después de su fallecimiento fue inaugurado en Lima el parque María Reiche, ubicado en el malecón de La Marina, con una extensión de 28.000 metros cuadrados y donde pueden apreciarse las figuras de Nazca trabajadas a escala pero realizadas con flores para recordar a la ‘guardiana del desierto’ que, con su trabajo diario durante décadas, se convirtió en la ‘dama de las Líneas de Nazca’.

(Fuente: El País)

 

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Homo naledi: el descubrimiento que puede reescribir la historia sobre la evolución del ser humano

Un nuevo lote de restos humanos hallados en las profundidades de una cueva de Sudáfrica podría cambiar lo que sabemos hasta ahora de la evolución humana.

La datación de los huesos de esta especie conocida como Homo naledi, que incluyen un cráneo adulto casi completo, revela que tienen una antigüedad de entre 335.000 y 236.000 años,

Es decir que, pese a sus rasgos primitivos, el Homo naledi es mucho más joven de lo que se esperaba y, por tanto, habría vivido al mismo tiempo que los individuos más tempranos de nuestra especie, el Homo sapiens.

¿Es esta nueva especie el puente entre el hombre y el mono?

Por otra parte, el sitio en donde fueron encontrados refuerza la idea de que estos homínidos depositaron deliberadamente sus muertos en la cueva.

Este tipo de comportamiento complejo es muy sorprendente para una especie humana con un cerebro de un tercio del tamaño del nuestro. Esto apuntaría a que tenía una mente inteligente y que estaríamos ante la presencia de indicios de cultura.

Los detalles de la investigación, encabezada por el profesor Lee Berger de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica y el profesor John Hawks, de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, fueron publicados en la revista eLife.

Mas detalles en:  www.bbc.com


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